Los chicos del coro

Esta semana deciden los de 3º Castellano y esta es su elección.
Los chicos del coro estrenada en 2004. es un  remake de la película de 1945     "La Cage aux Rossignols".   A grandes rasgos podría decirse que la “peli” explora el dolor de la separación de un niño de sus padres y la trascendencia de la música como la mayor forma de expresión.

LOS CHICOS DEL CORO nos cuenta la historia de niños ‘difíciles’, en su mayoría huérfanos, recluidos en un colegio correccional, donde rige el principio de ‘acción-reacción’ impuesto por el déspota director. La llegada de Clément Mathieu, contratado como vigilante, cuya pasión es la música y cuya filosofía educativa dista un mundo del entonces habitual ‘la letra con sangre entra’ da un giro transcendental en la vida del colegio. Este hombre, músico vocacional, utilizará el arte del canto para motivar a los alumnos, para integrarlos en un sistema que consideraban hostil hasta la fecha. El coro les hará tomar conciencia de grupo, orgullo del trabajo realizado, comprensión hacia la necesidad del esfuerzo como forma de lograr la meta establecida.

Los niños que cantan en la película pertenecen  al coro de Saint Marc, en Lyón, dirigido por Nicolas Porte. La coral existe desde el año 1986. No fue creada para la película, sino que fue una de las más de 200 corales infantiles que presentaron un dossier respondiendo a un anuncio de la productora cinematográfica. Buscaban un grupo capaz de cantar con sencillez y emoción. Se trataba de utilizar sus voces para elaborar el play-back sobre el que iban a simular cantar los pequeños actores, pero Barratier, el director de la peli,  descubrió a Jean-Baptiste Meunier, uno de los solistas, y enseguida pensó que él podía ser Morange, el protagonista, y así fue.

Bruno Coulais, compositor francés, firma la banda sonora, (también compusa la de  “La Máscara del Faraón” y “Los Ríos de Color Púrpura” entre otras). Según los críticos musicales la composición  de Coulais sigue la pautas de la historia, el clasicismo requerido, hasta el punto que los no iniciados no saben distinguir si estamos ante una composición específica (score) o a ante una partitura pregrabada. Creo que este es el mejor elogio que se puede hacer al trabajo de Bruno Coulais que ya ha obtenido el ‘Premio Europeo a la Mejor BSO’.